viernes, 31 de julio de 2020

25 Festival Internacional de Música Antigua y Barroca


ESTIL CONCERTANT 

10/08/2022:30hPatio de armas del Castillo del Papa Luna



Programa de concierto "Espiritual"

El Motete de André Campra con el texto del Salmo VIII, crea una sonoridad profunda cuando habla de la magnificencia de Dios y a la vez fresca con sus alegorías a la naturaleza y todos los seres creados por Él y sometidos al hombre. «Señor nuestro, ¡cuán admirable es tu nombre en toda la tierra!» Con este inicio que se repite al final del Motete, nos recuerda de nuevo la magnificencia de Dios. La primera parte de la sonata de Händel para traverso y bajo la hemos situado como enlace a la música de Joaquín García (valenciano, maestro de capilla de la Catedral de Las Palmas) que por su tonalidad y virtuosismo crea un ambiente que se complementa y culmina con las coplas de la cantata Quién ha visto Cosecha. Con su profunda religiosidad, Bach, que a través de su música consigue evangelizar nuestros oídos, nos introduce de lleno en la espiritualidad con apenas una frase del aria del Oratorio de Pascua: Seele, deine Spezereien... Domenico Scarlatti, nació el mismo año que Bach y Händel, y murió en España donde compuso la mayor parte de sus sonatas de las que escucharemos la número 536 y 537. Tanto en García como en José Pradas (maestro de capilla de la Catedral de Valencia), encontramos una forma y estilo con las estructuras características musicales de este periodo en España: el villancico, la cantada y la tonada. Estos nombres, que no tienen que ver a penas con el concepto posterior relacionado con otras partes de la liturgia o de la música profana, acogen un carácter ya influenciado por las nuevas tendencias de la época. Es el caso del aria da capo al estilo italiano o el estribillo y la copla en este caso de temática religiosa a pesar de su carácter aparentemente extrovertido, ágil y rítmico. El villancico es de origen profano y está relacionado con la forma musical muy utilizada en España desde el siglo XV hasta bien entrado el XVIII. Se componía para diferentes épocas del año. Así, tenemos por ejemplo villancicos (o tonadas y cantadas) al Santísimo Sacramento, a la Asunción, al Corpus o al Nacimiento; también a diferentes santos y festividades. Los textos muestran una gran ambigüedad por lo que a veces —si no se atiende con atención al contenido— es difícil saber si han sido escritos a lo humano o a lo divino. En esos textos y frases enrevesadas pero de sonoridad bella y elaborada, radica parte del encanto de estas obras con el sello personal de la música española del XVIII. Enlace web Festival